La línea editorial Epogea, procesa imágenes sobre bases murales, grabados a tiza alfa y formas simbólicas en plata o aluminio.
Esta producción pretende recordar lugares, arte, naturaleza, tradiciones y secretos de realidades sociales y territoriales, no sólo italianas, que tienen una historia que contar.
La editorial Epogea, que pretende ser un medio rápido de difusión y promoción del territorio, recoge las peticiones de las comunidades que quieren mostrar sus bellas e interesantes realidades.
Nuestras ediciones se convierten en un recuerdo y un estímulo para el estudio posterior, la recuperación de la memoria y el deseo de conocer los lugares representados.
Una hermosa fotografía, alterada gráficamente e impresa en nuestras bases murales, presenta un lugar como si fuera un cuadro.
Una toma realizada por un buen fotógrafo e incluso una fotografía de época, reproducida, adquiere mayor fuerza expresiva. Las reproducciones de arte, por la misma razón, transmiten gran parte del encanto del original.
La imagen a reproducir debe estar bien definida, ser bella y evocadora, adecuada para acompañar un evento y convertirse en un recuerdo cultural.
El sentido de pertenencia puede satisfacerse con la publicación de documentos sobre la historia, las profesiones y las tradiciones.
Todas las imágenes están montadas en láminas de aluminio bilaminado de 3 mm de grosor
Los formatos estándar de publicación del bilaminado de aluminio son los siguientes:
Todos los productos editoriales de Epogea van acompañados de un texto escrito que complementa y explica la propuesta.
En general, toda nuestra producción editorial se reconoce por el característico embalaje de cartón Fabriano Murillo en el que se imprime toda la información que acompaña a la imagen
El plateado químico puede cubrir todo en metal puro.
Este proceso es aplicable a todas las formas, tamaños y materiales.
Incluso una simple hoja recogida en un bosque o a orillas del Tíber en el centro de Roma, plateada, puede convertirse en un precioso recuerdo.
La principal actividad de Epogea ha sido la metalización de elementos naturales.
Las hojas, los troncos, las plumas y mucho más que imaginar pueden remontarse simbólicamente a un lugar, a una tradición, a una historia.
El plateado químico es adecuado para transfigurar formas simples en algo más.
Por ejemplo, una pluma de plata puede convertirse en un símbolo de todas las plumas, de la ligereza, del vuelo, de los montañeros o de la escritura; puede recordarnos a los indios americanos, pero también al antiguo instrumento de juicio egipcio, que utilizaba una pluma para comprobar el peso del corazón del difunto.
El proceso de plateado químico se realiza mediante una rápida reacción de oxidación-reducción.
Este proceso se desarrolló por primera vez en 1851 y se aplicó para la producción de espejos.
Epogea, «invirtiendo esta aplicación histórica», la ha utilizado para cubrir cualquier material, superando todos los límites de forma y tamaño, logrando buenos resultados tanto en objetos muy pequeños como muy grandes.
Epogea utiliza la tiza alfa, también conocida como tiza cerámica, para producir formas, esculturas y fascinantes grabados que recuerdan a las matrices de impresión calcográfica.
Se eligió por su dureza, asequibilidad y facilidad de producción.
En yeso alfa se proponen grabados de símbolos y la unión con gráficos murales
La relativa fragilidad de la piedra de yeso, técnicamente denominada sulfato de calcio dihidratado, a lo largo del tiempo ha impulsado la investigación para su mejora mecánica.
La tiza alfa es el resultado de esta investigación.
Las transformaciones superficiales y profundas del yeso se han intentado desde hace milenios, y los textos con fórmulas antiguas nos dicen que se han conseguido resultados asombrosos que equiparan este mineral blando con el mármol y la piedra.
Hoy podemos seguir diciendo que el yeso es un material insustituible.