Las instalaciones realizadas en lugares públicos o destinadas a acoger a muchas personas son grandes obras.
No es sólo el tamaño lo que determina esta calificación, sino también la importancia del tema representado, su historia, sus orígenes.
Estas obras se utilizan a menudo en salas de exposiciones, lugares de culto, salas de conferencias, vestíbulos de grandes hoteles, por citar sólo algunos ejemplos. El trabajo necesario para realizar grandes obras nunca es ordinario.
Suponen la búsqueda de soluciones técnicas adecuadas para lograr el objetivo, sorteando los obstáculos de su tamaño, peso, complejidad temática e instalación.