Esta producción se ha realizado sobre tejido de algodón, con mortero de mampostería y estampado Epogea combinado con una placa de aluminio. Los materiales utilizados son los de la tradición artística, los mismos que se utilizan en la albañilería y la decoración.
La fotografía reproducida sobre esta base adquiere una impronta única. Nuestras bases de mampostería restauran todos los tonos de gris y hacen que los colores sean más intensos. Mejoran la estabilidad de los colores en el tiempo, que permanecen inalterados durante muchos años. Se pueden solicitar varios formatos de publicación.
Uno puede sentir la base mineral en la que se funde la imagen, convirtiéndose en un recuerdo exclusivo de los lugares y su belleza.
El acueducto se construyó en 1256, durante el reinado del rey Manfredo de Suabia, y es representativo de la gran capacidad económica, demográfica y cultural que alcanzó Sulmona, gracias al apoyo de Federico II.
«Sulmontinorum laus est», con esta inscripción grabada en caracteres teutónicos entre los arcos centrales, confirma la importancia de la obra y el espíritu emprendedor de la ciudad.
Para alimentar las huertas de la ciudad y suministrar energía a los molinos y a los pequeños comercios locales, el agua del río Gizio, captado al sur de la ciudad, se canalizó en un canal con varios ramales, hasta que fluyó libremente sobre los magníficos arcos ojivales sostenidos por enormes pilares de piedra caliza local.
Un ramal del acueducto, con otros arcos, hoy desaparecidos, suministraba agua al sector occidental de la ciudad.
La potencia desarrollada debió de ser de unos 8 KW y el caudal de agua suficiente para satisfacer las necesidades energéticas del complejo de molinos, gualchieres y actividades similares que se desarrollaban en la ciudad en aquella época.
La historia de una ciudad tan importante no puede agotarse en una sola edición.
Por ello, Epogea elabora periódicamente nuevos productos dedicados al patrimonio cultural, histórico y paisajístico de la ciudad de Sulmona.